Quieres, puedes
Pasa un día más encerrada en estas cuatro paredes, enchufada a un montón de máquinas y tomando una cura que me hace sentir todavía peor. Viendo cómo poco a poco se me cae el pelo y cómo mis padres buscan cada día ese médico que les diga “se va a curar”, pero nada, no lo encuentran. Sí... tengo cáncer. Mi nombre es Alicia y llevo así desde hace tres meses, poco después de cumplir mis quince añitos; curioso ¿eh?, yo también lo pensaba hasta que mi madre me contó una historia que todavía me cuesta creer, algo que nunca contó por confiarse de que no se haría realidad porque era algo más allá de creer o no creer, pero que podría contestarme a ese por qué de mi actual situación. Mirad os cuento. Todo comenzó mucho mucho mucho antes de que yo naciera, ni mis padres se habían conocido todavía. Mi madre tenía diez años y estaba de vacaciones con sus padres y su hermano Alejandro, un año más mayor que ella. Estaban ni más ni menos que en el Caribe, disfrutando de sus bellos paisajes y sob